Puede que alguno de los envases de plástico que tiene en su casa haya salido de Villagonzalo Pedernales. Más concretamente de una empresa familiar que lleva instalada en el polígono industrial de esta localidad desde el año 1994, y que está dedicada a la fabricación de todo tipo de botellas y recipientes elaborados con este material. De sus instalaciones salen al año 45 millones de unidades, que en breve aumentarán en un 20%.


A corto plazo, la intención de Torreplas S.L. es incrementar el número de envases fabricado con la incorporación de dos nuevas líneas de producción que, a su vez, llevarán aparejadas la ampliación de las instalaciones. Para ello, la empresa burgalesa realizará un desembolso de 1,5 millones de euros entre la maquinaria y la construcción de una nave-almacén de 1.800 metros cuadrados. Sus nuevos planes supondrán también la creación de cuatro empleos.


Las máquinas ya están preparadas. Ahora, solo falta comenzar las obras de la nave, ubicada en una parcela junto a las actuales instalaciones. La compañía acaba de recibir el visto bueno del Ayuntamiento de Villagonzalo para el cambio de uso del terreno y está a la espera de obtener la aprobación definitiva por parte de la Comisión Territorial de Urbanismo de la Junta de Castilla y León, cuyo informe se espera «favorable».


Ángel Torres, gerente de Torreplas, avanza la intención de comenzar las obras «cuanto antes» con un plazo estimado de duración de 3 o 4 meses. Y en cuanto esté en marcha la nueva instalación se aumentará la producción para dar respuesta a todos los clientes, principalmente nacionales aunque la empresa exporta al sur de Francia e incluso quiere ampliar el mercado en ese país.


Que Torreplas tenga planes de crecimiento no significa que se haya escapado de la crisis económica. «Nos ha afectado como a todos», reconoce el gerente, si bien apunta a que el mayor acierto que han tenido en estos momentos de dificultad ha sido el de diversificar sus productos creando envases novedosos. En este punto, pone como ejemplo la fabricación de botellas pequeñas para vino dirigidas a las compañías aéreas o de envases para alcohol y agua oxigenada, entre otras novedades.




La agroalimentación

Los principales clientes de esta firma familiar están en la agroalimentación; de hecho uno de ellos es la palentina Galletas Gullón. Pero también surte a empresas de automoción, para la fabricación de recipientes de aceite y anticongelante, y de cosmética, como es el caso de la firma L’Oréal. Precisamente en este último campo, Torres explica la intención de reforzar la presencia en este sector.
Aunque los beneficios han disminuido como consecuencia de la crisis, según subraya el gerente, Torreplas facturó en 2011 casi seis millones de euros. «Vamos creciendo aunque es complicado», remarca, al tiempo que asegura que la política de la empresa ha sido y sigue siendo «reinvertir en el negocio todo lo que se gana».
Al frente de esta firma se encuentran los tres hermanos Torres (Ángel, Jesús y Marco Antonio), que a finales de los años noventa tomaron las riendas del negocio iniciado por su padre, Ángel Torres Zarzosa, tras el paso de este último por Lejías Crucita. En un primer momento estuvo instalada en el polígono de Gamonal, aunque en 1994 se trasladó a Villagonzalo Pedernales.
En los últimos diez años, la compañía burgalesa ha crecido no solo en espacio sino también en producción multiplicando por diez el número de unidades fabricadas, según sus responsables. En la actualidad, cuenta con una veintena de empleados y trabaja en un proyecto para la fabricación de nuevos envases que minimicen el impacto ambiental.

Fuente - Diario de Burgos